Morante y Sevilla: El sitio de su recreo

Aquella cornada le afectó mucho, más moral que físicamente. Morante tardó en recuperar el sitio, y también en volver a disfrutar de las mieles del triunfo en La Maestranza. No hubo éxito en los años siguientes, incluso en 2004, después de una gran campaña el año anterior, se quedó ausente del serial. Volvió a Sevilla en 2005 pero no fue hasta 2007, después de un desencuentro en el toro anterior cuando Morante, que incluso se fue a portagayola a recibir a su segundo astado, se reencontró con su plaza, aunque, eso sí, se quejó amargamente después de cortarle las orejas a aquel toro de Cuvillo. “‘Me he tenido que ir a la puerta de chiqueros para que me respeten”.

Su mala suerte en los lotes, algunas faenas no valoradas en su justa medida, como la de aquel 2009 a un toro de Juan Pedro, o su tarde con los “victorinos” ese mismo año, en la que se sacó a un Albaserrada a los medios crujiéndolo por verónicas hicieron que sus detractores (que los tiene, aunque nadie lo entienda) le buscaran las vueltas en su relación con esta plaza.

Pero llegaron los años dorados, que arrancan con una obra magna en la Feria de Abril de 2016, que prologa sus faenas a toros de Juan Pedro en una Feria de San Miguel, a Domingo Hernández el día de la alternativa de Manuel Perera…entre otras muchas. Un Morante pletórico en su plaza, donde hace tiempo que es base de su temporada, que, ahora sí, se le entrega de modo apasionado, rotundo e incondicional.